Para los espectadores de la película animada de Disney Zootopia, todo ha sido una especie de juego de adivinanzas. Es que en una de las primeras escenas, el conejo –agente novato de policía– Judy se muda a su nuevo apartamento. Bucky y Pronk son dos antílopes y los dos hombres, que viven juntos y discuten como una pareja casada. Pero… ¿lo son?
La respuesta, a disposición de los aficionados al cine de vista aguda, viene en los créditos de cierre: Bucky y Pronk comparten un apellido: Oryx-Antlerson.
Mientras que los personajes gays y lesbianas son habituales en las películas y programas de televisión para adultos, siguen siendo una fugaz presencia o apenas reconocida en el entretenimiento de los niños. Una película para niños puede parecer como el último lugar para estar hablando de sexo. Pero los defensores señalan que en casi todas las películas de las princesas o en una historieta de superhéroes llena de acción, hay relaciones –madres y padres, tíos, príncipes y princesas– que, hasta ahora, han reforzado en silencio un estándar muy tradicion