Si alguien sabe cómo darle vuelta a la ley de las probabilidades, ese es Danell Leyva. El gimnasta cubanoamericano ganó el martes dos medallas de plata tres después de que un perro lo mordiera y su sueño olímpico pareciera desvanecerse tras quedarse fuera del equipo estadounidense.
Leyva quedó en decimosexto lugar en los campeonatos nacionales que daban acceso a los Juegos, por lo que su esperanza de repetir el éxito de Londres 2012 quedaban hechas añícos.
Pero un mes antes de las Olimpiadas, el gimnasta John Orozco sufrió una fractura y quedó fuera del equipo que debía ir a Río. Por esa puerta trasera se coló el gimnasta de Miami para competir en sus segunas olimpiadas.