El gobernador de Florida, Rick Scott, vetó un proyecto de ley que hubiera permitido a inmigrantes jóvenes que ingresaron al país de manera irregular obtener licencia de conductor en el estado. La legislatura aprobó el proyecto por abrumadora mayoría republicana el pasado junio y se decidió que los inmigrantes jóvenes con permiso para permanecer en el país gracias a una medida de deportación aplazada por el gobierno, podían recibir una licencia de conducir durante un año.
Sin embargo, Scott ha puesto en duda la legalidad de la medida y declara que la norma no fue aprobada por el Congreso y que una orden del gobierno no justifica su puesta en práctica.