Cómo practicar deportes sin dañar las articulaciones….

Las muñecas, los hombros, los tobillos… las rodillas, la cadera, los codos y la columna. ¿Te suena conocido? Tenemos unas 140 articulaciones y todas son importantes. Cuando funcionan, uno ni se da cuenta, pero cuando dan problemas, el inconveniente puede ser mayúsculo.

Mucha gente, sin saberlo, practica deportes que tienen demasiado impacto en las articulaciones, y otros, que ya tiene nproblemas, creen que lo mejor es estarse quieto y no sobrecargarlas. Ni una cosa, ni la otra. Lo mejor es practicar deportes y hacer ejercicios que no las dañen. ¿Cómo?

Si uno ya tiene artrosis u otras afecciones de las articulaciones, el ejercicio por antonomasia es nadar. La natación es muy alabada porque aligera el peso del cuerpo, y con eso ya de por sí cuida las articulaciones.

Para las personas que tienen cierto sobrepeso, la gimnasia acuática es perfectas.

Es que tenemos que imaginar que el cartílago es una esponja llena de agua. Es como si camináramos todos los días sobre agua. Cuando una articulación recibe algo de carga, comprime muy levemente la esponja y hace que largue algo de líquido, que lubrica y hace que podamos movernos y caminar. El problema es que, si esa esponjita está mucho tiempo en una misma posición, sufre cada vez más compresión y carga y, por ende, se desgasta mucho más rápido. Cuanto más se carga el cartílago, más chances hay de que resulte dañado.

Por eso es tan importante cuidarnos a lo largo de la vida. Y la natación no es el único ejercicio compatible con las articulaciones, también se puede montar en bicicleta, hacer ejercicios con la thera band o de gimnasia. Las articulaciones no se pueden entrenar, pero sí se pueden fortalecer las estructuras musculares que las rodean y de ese modo ayudarlas y aliviarlas.

Y si sientes dolores después de hacer ejercicio a pesar de no tener artrosis, no está de más hacer algún análisis que estudie cuándo aparecen los dolores, si la zona afectada tiene estabilidad o si tal vez estés haciendo mal el ejercicio y cargando demasiado una zona.

Lo mejor es, hagas lo que hagas, comenzar despacio. Si quieres trotar, hazlo durante dos minutos y luego camina dos minutos, así hasta alcanzar los 30. Si pudiste mantener ese ritmo durante 30 minutos, la próxima vez le sumas un minuto más, y así hasta que puedas ir aumentando el tiempo y el cuerpo se vaya acostumbrando a ese ejercicio.

Y algo para tener en cuenta: los ejercicios con aparatos en los centros de fitness no son tan malos como se cree para las articulaciones. Lo importante es hacerlos bajo una supervisión realmente especializada, que te ayude a entrenar bien los músculos que más utilizas en la vida cotidiana. Haciéndolo bien, podrás sentir un gran alivio al levantar o cargar cosas o al agacharte.

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