Pablo Alborán está de regreso después de dos años de ausencia, y en entrevista exclusiva con el diario El Mundo, explicó por qué desapareció de un día a otro sin dar explicación alguna hace dos años.
La fama es algo que mucha gente busca, pero no todo es miel sobre hojuelas, también existe una parte de la que mucha gente no está consciente hasta que se ve en esa situación. La presión ejercida sobre los artistas puede llegar a ser tremenda, y Alborán llegó a un punto en su carrera en el que necesitaba desaparecer de los reflectores.
“Estallé. Bueno, en realidad no llegué a estallar, me quedé a las puertas. El ritmo frenético no me permitía asimilar bien las cosas. Llevaba desde 2010 sin un día libre. Literalmente. Sólo una semana en Navidad. Y en una actuación empezaron a molestarme y agobiarme cosas que no me debían afectar”, comentó el español al suplemento “Papel” de El Mundo.
“Aquel concierto no se había vendido bien y yo no estoy especialmente pendiente de si hemos llenado o no, canto lo mismo para 100 que para 100,000, pero de repente aquel día todo se me hizo un mundo. Me di media vuelta, salí, agarré a mi manager y le dije: ‘Llévame a casa'”, comentó sobre el momento en el que se dio cuenta que necesitaba alejarse en 2015.
Ahora el problema sería llevar una vida normal después de haber gozado de tanta fama y ser reconocido fácilmente por la gente en la calle. Pero Alborán asegura que lo consiguió al dejar de intentar parecer perfecto, saliendo a la calle y haciendo lo que quería sin tratar de esconderse para que no lo vieran haciendo sus cosas.
Hoy, Alborán está de regreso y más fuerte que nunca. En 2017 lanzó Prometeo, disco que se encuentra reeditando en la actualidad. Sus dos años de ausencia le sirvieron para recuperar fuerzas y centrarse de nuevo, obteniendo una perspectiva fresca de lo que quiere lograr como cantante y lo que quiere de la vida.