El presidente de EE.UU., Barack Obama, hizo referencia a la reforma migratoria en su discurso sobre el Estado de la Unión urgiendo al Congreso a aprobar la reforma “este año“. La mención de este asunto, aunque escueto, desató una fuerte ovación y puso en pie a numerosas personas del pleno del Congreso, donde aplaudió incluso el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor. Aunque Obama no se refirió a la obtención de la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados en su alocución, la Casa Blanca volvió a expresar, en un comunicado emitido minutos antes, que este punto es imprescindible para “arreglar un sistema de inmigración que está roto“.
Ese será uno de los puntos más conflictivos con los republicanos, que darán a conocer esta semana un documento de principios para sacar adelante una reforma que para ellos debe fortalecer la seguridad fronteriza y establecer un camino a la legalización, pero no a la ciudadanía, para los más de 11 millones de indocumentados que residen en EE.UU.
El año pasado, la reforma migratoria fue una de las propuestas estrellas de Obama, pero la polarización del Congreso hizo imposible que viera la luz.