Una decena de ballenas ha muerto y otras cuarenta permanecen varadas en las aguas poco profundas del Parque Nacional de los Everglades, en el suroeste de Florida.
Por el momento, los expertos tienen como objetivo mantener al resto con vida hasta que suba la marea y conseguir que vuelvan a aguas más profundas, pero las tareas de rescate han tenido que ser interrumpidas al caer la noche.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha explicado que las tasas de supervivencia son bajas en este tipo de casos y ha confirmado que se trata de ballenas piloto de aleta corta, que suelen viajar en manadas de entre 25 a 30 animales y que tienen un peso que puede alcanzar las tres toneladas.
Este tipo de animales se suelen encontrar en aguas profundas en zonas tropicales y templadas. Los biólogos realizarán las investigaciones pertinentes para tratar de determinar por qué las ballenas se dirigieron hasta esta zona, donde han quedado varadas.