Al igual que el televidente, Jesús Moré también se sorprendió ‘mucho’ cuando meses atrás recibió los primeros libretos de la sexta temporada de El señor de los cielos (Telemundo) y se enteró del giro que daría su personaje, el presidente Omar Terán, al protagonizar escenas candentes no solo con mujeres sino también con personas de su mismo sexo. Por eso, tras estudiar detenidamente los pros y los contras de representar algo así y antes de iniciar las grabaciones, el actor mexicano pidió tener una junta con el escritor y los productores para expresar sus inquietudes respecto a este nuevo rumbo que tendría su personaje.
“Afortunadamente antes de empezar a grabar tuve una junta con el escritor y los productores y llegamos a una negociación donde yo expresé mis inquietudes y puntos de vista en cuanto al proyecto y personaje, lo que estaba dispuesto a hacer y lo que no”, cuenta el intérprete en entrevista con People En Español. “Se portaron superbien conmigo y llegamos a un acuerdo en conjunto para yo estar tranquilo y entregarme al 100% en las grabaciones”, se sincera.
Las redes sociales han sido muy críticas con esta nueva faceta de tu personaje, ¿qué opinas de que en pleno siglo XXI aún exista tanta homofobia?
Ha habido expresiones de todo tipo, malas y buenas. Las malas no me las tomo personal, es una crítica a la trama y sobre todo al personaje. A mí como actor solo me quedó respetar la pluma de un gran escritor como lo es Luis Zelkowicz y de una gran producción y empresa que han depositado su confianza en mí a lo largo de cuatro temporadas. A fin de cuentas soy actor y es ficción, hay un público que lo entiende y otro que no sabe distinguirlo. Te puedo decir que sí me llevó a una reflexión que es que nunca me había pasado ese cierto rechazo o comentarios agresivos en mi vida por ser heterosexual y aunque fueron a un personaje de alguna forma me identifiqué con la gente que sí tiene una preferencia sexual diferente y que en la realidad reciben esos ataques, bullying y discriminación. De alguna manera esta situación me puso en la piel de ellos. También me llamó la atención que durante las otras temporadas ya habían existido escenas gay o bisexuales entre mujeres y no se armó este revuelo, entonces de alguna manera estamos hablando del machismo y doble moral que existe en varias partes aún, sobre todo en Latinoamérica. Solo pediría tolerancia y respeto y a toda la comunidad LGTB que cuentan con mi apoyo y que si mi y trabajo sirve en algo para apoyarlos, pues aquí estoy.
¿Qué mensaje le darías a todas esas personas que critican eso?
Que tenemos que pensar y reforzar el concepto de unión. Hasta que no entendamos que todos somos uno y que no somos tan ajenos el uno del otro, que somos hermanos y prójimos, este mundo no va a cambiar, así tengamos el mejor gobierno del mundo. Creas en el Dios que creas, se nos trajo a este mundo para amarnos y aceptarnos entre todos, pero no lo hemos terminado de entender y por eso el mundo está como está.
Al margen de que sea con hombres o con mujeres, tu personaje protagoniza muchas escenas ‘hot’ a lo largo de la serie, entre ellas orgías. ¿Qué tan difícil es grabar este tipo de escenas?
A diferencia de lo que muchas personas piensan, son las escenas más complicadas y cansadas de hacer. Hay mucha incomodidad de parte de los actores, en especial de mis compañeras actrices, no es fácil tener zonas de tu cuerpo expuestas delante de camarógrafos, iluminadores y el resto del staff que estén en ese momento. Hay que trabajar para la cámara, que la escena sea clara en cuanto a lo que el director quiere contar. Es como un baile que se coreografía y ensaya. En lo menos que piensas es en dar o recibir placer sexual, solo en representarlo y actuarlo para que sea creíble. Nada que ver con una relación sexual real.