Albita: “Mi mamá me alimentó con son”

Son, Caribe y Corazón: eso es Albita, de eso está hecha la cubana que hoy más que nunca sigue defendiendo su pasión por la música, un sentimiento que la ha llevado alrededor del mundo compartiendo sus canciones. Y del mismo que nace la inquietud por darse a conocer entre las nuevas generaciones de la isla.

En esa entrega a su público, Albita les cantará a las madres en el Miami-Dade County Auditorium, el sábado 12 de mayo, como ha hecho en otras ocasiones. Esta vez, contará con las voces de exponentes de otros géneros y con un talento en despegue, entre otras sorpresas que no quiso revelar.

“Este año va a estar dedicado por completo a ese ser especial que tanto nos da y que es tan importante dondequiera que esté. Para quienes aún la tienen con ellos y para los que las tenemos en nuestro corazón desde otra dimensión, será una gran fiesta y serenata para las madres. Me acompañarán Milly Quesada, la Reina del Merengue, que va a poner su alegría y sabor, y quien además es tremenda ‘madraza’”, adelantó a DIARIO LAS AMÉRICAS, durante una entrevista en la que reveló que estará fuera de Miami un año por compromisos de trabajo.

“También estará Marisol Calero, una actriz y cantante puertorriqueña, además de excelente humorista. Habrá un niño colombiano que canta, era una de las sorpresas, pero ya lo estoy diciendo, que hará conmigo algo especial. Y otras sorpresas que no diré para que no se pierda el efecto”, añadió entre risas.

La espontaneidad es algo que define a sus conciertos. Quienes la han visto en vivo saben que la improvisación es lo suyo y coquetea con esa idea, porque reconoce que no existe mejor sensación que la de sentir de cerca a quienes admiran su música, algo que se permite en el escenario que suele repetir.

“Lo mejor que hay son las emociones que provoca el público. Poder cantar y mientras más cerca esté de la gente, mejor. De hecho, en mis conciertos bajo del escenario a improvisar, porque me gusta mucho. Y eso es una de las cosas que la gente más espera de mis conciertos en el Miami-Dade County Auditorium. Siempre hay un momento en el que voy silla por silla cantándole a la gente, de manera tal que se pueda comprobar que estoy improvisando; pregunto nombres, algo sobre la ropa que llevan puesta o cosas que estén haciendo”, dijo.

Sobre el público de la ciudad que llama suya desde hace casi tres décadas, manifestó que hay que saber conquistarlo, aunque tenga fama de “difícil” por su compleja composición.

“Para mí es maravilloso, precisamente, por su variedad. La cantidad de países que hay mezclados aquí hace que sea un público ‘difícil entrecomillas’, pero al mismo tiempo muy tentador y cuando lo conquistas y lo puedes tener agrupado, es increíble”, describió.

“Tengo la suerte de que me van a ver mucho las familias: abuelos, padres y nietos. Y eso es algo grande, porque se supone que las generaciones a veces están un poquito divorciadas musicalmente y culturalmente. Hasta ahora he tenido esa dicha, por supuesto, la mayoría de mi público es cubano, pero también hay venezolanos, peruanos y eso me llena de alegría. El año pasado había hasta haitianos, algo muy bonito, porque una pensaría que son culturas distantes, pero parece que no es así”, añadió.

Aunque algo empaña esa dicha y sus ojos cambian al hablar del público que le gustaría conquistar en su tierra natal.

“Creo que las nuevas generaciones en Cuba no me conocen porque yo salí en el año 90. La verdad que han pasado cuatro o cinco generaciones… Claro que me encantaría que me conocieran”, expresó.

Y reflexionó sobre las razones por las cuales la juventud de la isla podría desconocer su obra, que aún debe vivir en la memoria de quienes la vieron surgir en la música guajira.

“También ha habido cambios, por lo menos, en la Cuba que se ve, han sido musicalmente muy drásticos. A lo mejor, en la Cuba de las casas, esa que no se ve, sí puede ser que todavía haya alguien que se acuerde de mí y reconozca mis canciones”, declaró.

A la pregunta de cómo suele prepararse para presentarse ante su público, aseguró que su constante trabajo le permite estar lista para cantar cuando tenga que hacerlo.

“Soy una artista que trabaja mucho, y por eso estoy preparada todo el tiempo. El mejor entrenamiento para cantar es hacerlo todos los días con diferentes tratamientos acústicos. Así es como se forja la garganta. Yo digo que ya tengo una garganta de piedra, porque como sea canto”, reveló entre risas.

Para quien es dada a la improvisación, pareciera impensable la idea de estar en el teatro desde tempranas horas antes de un show, pero ella quiere empaparse de toda la producción.

“Hace poco tuve un concierto en Puerto Rico y la empresaria me preguntó a qué hora me recogía. Le dije que a las 8 de la mañana, porque empezaban a montar a las 9 y quería verlo todo, cómo montaban las luces y para estar en el teatro desde temprano y sentirlo. Me encanta involucrarme en todo”, recordó.

Luego de una larga jornada toma “una ducha caliente” y no puede faltar la cafeína y la buena compañía.

“Casi siempre me reúno en casa con amigos a tomar café con leche, y a comentar sobre el concierto, pero ya destruida”, reveló la artista, quien dice ser la misma cuando se apagan las luces.

“Soy la misma. Creo que soy una artista, una mujer, un ser humano bastante convencional. Y la única diferencia es que escribo canciones y canto, pero no hay una diferencia sustancial o abismal entre la que se sube al escenario y la que está aquí”, afirmó.

Además, declaró su amor por la música autóctona, esa que identifica a las diferentes culturas y que remonta a los humanos a sus orígenes.

“Me gusta la música que de alguna manera le da autenticidad a los países, como el vallenato de Colombia; la ranchera de México; el flamenco, de España, y el tango, de Argentina. Me gusta la música que nos acerca a las raíces y la cultura de otros países”, dijo.

“Escucho música cubana de todos los tiempos. A veces, me siento en mi casa de madrugada y pongo en Pandora o Spotify música de los años 20 y 30. También escucho la brasileña, el jazz; me encanta Alejandro Sanz, Whitney Houston, que es una artista que no pasará de moda, y los Beatles”.

Sobre su madre, una gran figura en su vida, y a quien recordará el día del concierto, afirmó: “Mi mamá significó todo para mí, porque además de toda la raíz que da una madre, como los principios y valores, la parte artística fue fundamental. Tanto ella como mi padre fueron definitorios en todo lo que soy hoy como artista, sobre todo en cuanto al amor por las raíces cubanas, la identidad, como digo en una canción: ‘Mi mamá no me dio leche, me alimentaba con son’”.

Albita Rodríguez pasará un año recorriendo los “fabulosos” teatros de Europa como parte del musical Carmen la cubana, que fue estrenado hace dos años en París, y en el que interpreta a una santera que “lleva el hilo conductor de la obra”, un personaje que crearan para esta versión de la famosa ópera de Bizet, Carmen.

Y aunque reconoce que extrañará Miami, asegura que el escenario es “mágico” y es “su razón de ser”.

Deja tu comentario