La crisis personal que vive Madonna por la batalla legal por su hijo Rocco parece estar desborándonse a los escenarios.
Este fin de semana, la Chica Material ofreció dos conciertos en Australia en los cuales se le vio bebiendo alcohol y aparentemente dando tumbos en la tarima.
“Alguien por favor encárgese de mí”, pidió la diva de 57 años a los presentes en la Rod Laver Arena de Melbourne, donde también llamó a su exmarido, Guy Ritchie, un “desgraciado”. La cantante llevaba en mano una petaca, de la que bebió, y en otros momentos también sacó una botella de tequila.
Posteriormente, la cantante dio tumbos en un triciclo, gateó por el escenario y cantó emocionada la canción “Intervention” en honor a su hijo, mientras se proyectaban imágenes del chico de 15 años en el escenario. Antes de los conciertos, la rubia ya había mostrado imágenes similares, y un tanto perturbadoras, en su cuenta de Instagram. “El payaso está llorando lágrimas de gusto, gracias Melbourne”, dijo en un mensaje enigmático colgado el viernes.