Esta vez Florida es el mejor de la lista.

Según un reporte de la página web de finanzas personales WalletHub, el estado del Sol quedó en el lugar número uno en la lista del 2017 de los Mejores y Peores Lugares Para Retirarse.

Los analistas de WalletHub usan 31 indicadores claves para determinar cuáles lugares son los más “amables” para los retirados, incluyendo los 50 estados y el Distrito de Columbia.

Algunos de los indicadores son accesibilidad financiera, factores relacionados con la salud y la calidad de vida en general.

Según el reporte, Florida es el estado con más residentes que tienen 65 años o más. Sin embargo, en otros indicadores al estado le fue más o menos, como en la cifra de personas mayores de 65 años que tienen empleo.

Florida también es el más soleado de los tres estados en el tope de la lista, y que le siguen Wyoming y Dakota del Sur.

El peor estado para retirarse, según el reporte, es Rhode Island.

Y así le fue a Florida en otros indicadores importantes: Es número 7 con más cines per cápita y ocupa el lugar 15 en museos per cápita; es número 12 en costos anuales por servicios en casa (como enfermeras y cuidadores); en cuanto a la expectativa de vida, el estado del Sol es el número 22 y el 26 en ajuste por costo de vida.

“Elegir un lugar para retirarse es algo que se debe considerar cuidadosamente, debido a varios factores, como sus finanzas, su salud y en qué planea invertir su tiempo”, concluye el reporte.

La gente que está decidiendo en qué estado retirarse, debe considerar las diferencias y similitudes entre su lugar de residencia y el lugar al que planean mudarse, dijo Eva Kahana, directora del Centro de Investigación de Asuntos de la Tercera Edad de la Universidad de Case Western Reserve University.

“Debe ser un ambiente al que las personas que están a punto de retirarse se puedan ajustar”, dijo Kahana. “De hecho, analizamos un grupo que se mudó de la ciudad de Nueva York a la costa este de la Florida y reportaron satisfacción y mejoría en la salud, a un año de la mudanza”.

“Aquellos cuyas parejas pusieron más objeciones a la mudanza, reportaron más problemas” un año después, agregó Kahana.