Durante 13 años logró en secreto convertirse en el gran falsificador. Antes fue conservero. Hasta el Banco Central Europeo advirtió de “el peligro” de sus billetes.
Quién no ha fantaseado con tener una máquina de fabricar dinero y sólo tener que darle a la manivela para imprimir billetes sin fin? Y luego, despertando de la ensoñación, se ha ido un día más a ganarse el pan con el sudor de su frente… Pero no Juan Pedro González Sánchez. Este murciano de 60 años hizo realidad la fantasía colectiva de fabricar dinero sin salir de casa, aunque dedicándole muchas horas de trabajos, pruebas y descartes. Dinero más falso que Judas pero tan bien hecho que los ha colado durante al menos 13 años. Sus billetes ful de 10, 20, 50 y 100 euros circulan por 20 países de Europa como verdaderos.
El hogar-taller de Juan Pedro revela la puntillosa personalidad que le ha ayudado a convertirse en el mayor falsificador de dinero de España: “En 30 años que llevo de policía, nunca había hecho un registro en un sitio tan ordenado. Tenía las camisas de su armario ordenadas por tonalidades. Es obsesivo”, describe aCrónica el inspector de Murcia que lo detuvo el 7 de julio junto a la Manga del Mar Menor. El policía (que pide ocultar su nombre) recuerda impresionado la reacción de Juan Pedro al verse descubierto en el chalé adosado de la calle Calasparra 27, en San Pedro del Pinatar (Murcia), donde ocultaba su nuevo taller de euros falsos tras darse a la fuga a la espera de juicio. “Se vino para mí y me besó la mano pidiéndome perdón”, dice el inspector.
En su primera detención, en mayo de 2007, le incautaron 8.352.450 euros a medio terminar. En el segundo arresto, en diciembre de 2011, le encontraron 1,5 millones ya listos. Y en su última caída, este 7 de julio, tenía 1,5 millones acabados y otros 570.000 en preparación.
Resulta que el año pasado el policía que ahora lo ha cazado, ya le había registrado otro domicilio suyo en Murcia capital buscando dónde ocultaba las impresoras, escáneres, guillotinas, rollos de papel plateado holográfico y demás material con el que fabricaba los nuevos billetes que estaban circulando. “Me juró y perjuró que se había retirado, y aunque teníamos la certeza de que era él, no pudimos detenerlo, porque no le encontramos nada. Por eso, cuando le detuvimos ahora con los billetes falsos, me pidió perdón por faltar a su palabra.Es extraordinariamente educado”, sigue el inspector murciano. Cree que los elogios que Juan Pedro escuchaba le animaban a no retirarse y a perfeccionar su obra ilegal. Le reconocían como el número uno y quería seguir siéndolo. “Con la edad que tiene, no sabe hacer otra cosa”. En su arresto, el falsificador sufrió un desmayo porque es diabético y el veterano jefe policial tuvo que reconfortarlo, tocándole su frente fría. “Como si yo fuera su enfermera”.
Lo cierto es que la Policía española considera a Juan Pedro el mejor y mayor falsificador del país. Incluso el Banco Central Europeo (BCE) había alertado a los centros de análisis anti-falsificación de los bancos nacionales por la “peligrosidad” de su obra, cuenta a Crónica el inspector jefe Juan Bañuelos, jefe de la sección técnica de la Brigada de Investigación del Banco de España (BIBE, la unidad del Cuerpo Nacional de Policía asignada a la lucha contra la falsificación). “En los 31 años que llevo en la Brigada, sus billetes son los mejores que he visto”, dice Bañuelos, que ha seguido la pista a Juan Pedro González hasta su detención en una operación conjunta de la Policía y la Guardia Civil. Dice que el murciano Juan Pedro y otro falsificador atrapado en Bargas (Toledo) en 2014, Rafael Velasco, son los principales que ha habido en España, sólo que el primero ha producido más cantidad y durante más tiempo.