WASHINGTON — De antemano bajo asedio, el Servicio de Recaudación de Rentas (IRS, por sus siglas en inglés) fue señalado por un organismo de supervisión del gobierno por gastar $4.1 millones para una conferencia de entrenamiento con habitaciones de lujo y bebidas alcohólicas gratuitas, pese a que varios contribuyentes conservadores declararon el martes ante el Congreso que fueron discriminados por años mientras solicitaban exenciones fiscales.
Un total de 132 funcionarios del IRS gozaron de una mejora en habitaciones de hotel para una conferencia del 2010 en Anaheim, California, según un informe difundido por Russell George, inspector general del Departamento del Tesoro para labores de administración fiscal.
Un funcionario se hospedó por cinco noches en una habitación que regularmente cuesta $3,500 por noche y otro pasó cuatro noches en otra de $1,499 por noche. La agencia pagó $135 diariamente por cada habitación hotelera, dijo, pero las mejoras fueron parte de un plan que aumentó el gasto general de la conferencia. Sin esas mejoras, el IRS pudo haber negociado precios más baratos por habitación, como lo requieren sus normas.
El informe del inspector general aparece precisamente cuando el IRS es fuertemente criticado por su discriminación contra grupos conservadores en las elecciones del 2010 y el 2012. The Associated Press obtuvo una copia del informe antes de su difusión.
En total, el IRS organizó 225 conferencias para empleados entre el 2010 y el 2012, con un costo total de $49 millones, de acuerdo con el informe. La conferencia de Anaheim fue la más cara, pero otras le siguieron muy de cerca.
Por ejemplo, en el 2010 el organismo organizó una conferencia en Filadelfia a un costo de $2.9 millones, y dos de $1.2 millones –en San Diego y en Atlanta.
Hace unas dos semanas el presidente Barack Obama obligó al comisionado del IRS a renunciar.
Durante meses en las campañas electorales del 2010 y 2012, los agentes del IRS en la oficina de Cincinnati se ensañaron con los miembros del Tea Party y otros grupos conservadores, a los que sometieron a inspecciones adicionales mucho más severas cuando solicitaron exenciones fiscales, según un informe anterior de George.
El reporte emitido el mes pasado reveló que los grupos del Tea Party fueron sometidos a preguntas inapropiadas sobre sus donantes, su filiación política y su posición en diversos temas políticos. El escrutinio adicional retrasó sus solicitudes en un promedio de casi dos años, lo que dificultó a muchos de esos grupos recaudar fondos.
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