Tributo a Celia Cruz

Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso de la Santísima Trinidad mejor conocida por su nombre artístico Celia Cruz nació en el diverso vecindario de Santos Suárez en La Habana, Cuba. Ella fue la segunda de cuatro hijos. Su padre, Simón Cruz, era fogonero en los ferrocarriles y su madre, Catalina Alfonso (Ollita), se hizo cargo de una familia de catorce.

La música fue fundamental en la vida de Cruz desde su infancia. Su abuela Dolores le dijo que ella sabia cantar antes de aprender a hablar. Su abuela siempre bromeaba que Celia trabajaría por la noche.

 

Cuba siempre ha sido un pais importante en el mundo de la musica. De niña, Celia Cruz estuvo expuesta a una variedad de géneros musicales que influyeron grandemente en su carrera. Ella escuchó a Paulina Alvarez, Fernando Collazo, Abelardo Barroso, Pablo Quevedo, Arsenio Rodríguez y Arcaño y Sus Maravillas, entre otros.

Durante la década de 1940 se reunió con el coreógrafo y productor Roderico “Rodney” Neyra, quien la contrató para el famoso musical de Sun Sun Ba Baé . Ella se unió al grupo de danza femenina Las Mulatas del Fuego, como su cantante y viajó por toda Latinoamérica.

 

Para muchos músicos en Cuba de los años 1940 y 1950, la radio era la avenida principal a una exitosa carrera musical. Cadena Mil Diez, CMQ, Radio Cadena Suaritos, Radio Progreso, Radio Cadena Azul, y otras emisoras promovian la música y músicos Cubanos. Estas estaciones tenían concursos y shows en vivo para nuevos talentos, así como los profesionales.

Celia Cruz ganó su primer concurso cantando el tango “Nostalgia” en Radio García Serra, en el programa The Tea Hour, acompañado por las claves. Fue un homenaje a la gran cantante cubana que ella admiraba, Paulina Álvarez. 

 

Lo que se convirtió en la legendaria orquesta Sonora Matancera fue fundada en 1924 por Valentín Cané en la provincia cubana de Matanzas. Rogelio Martínez se convirtió en su director durante la década 1930 y llegó a ser una institución que invitó más de sesenta cantantes diferentes a lo largo de su historia. Muchos cantantes procedían de otros países de América Latina, lo que hace la orquesta en un éxito internacional. En 1950, Celia empezó haciendo sus grabaciones con la Sonora Matancera, unión laboral musical que duró 15 años. La Sonora Matancera tocó en varios clubes y programas de radio en vivo en un momento a música bailable en vivo era parte integral de la vida cotidiana en Cuba.

 

 

 

Para los artistas cubanos, el Tropicana fue un escenario importante para exhibir el talento de uno. Celia Cruz fue invitada a actuar allí en varias ocasiones durante la década 1950, participando en musicales tan grandes como Mayombe, TambóCarnaval carioca, y Canto a Oriente. Este era el lugar perfecto para Cruz para desarrollar su carisma fantastica y estética de escena. En el Tropicana, Celia se destacó como solista, aparte de la Sonora Matancera.

 

Cuando Celia Cruz llegó a Nueva York al final de 1961, se encontró con una ciudad llena de músicos latinos. Muchos de ellos habían estado en Nueva York durante décadas, mientras que otros, como Tito Puente, nació en la ciudad. La escena de la música estaba llena de experimentación y el intercambio de ritmos y tradiciones. 

La escena musical se caracterizaba por la experimentación y el intercambio de ritmos y tradiciones musicales. El son cubano marcó considerablemente el género que hoy en día se conoce como la salsa.

 

 

 

¡Azúcar!” era el grito famoso de Celia Cruz. Era su forma de electrificar e inyectar la música con extra sabor. Era su manera de ponerle su sello a la musica. El azúcar es un producto esencial en la historia de Cuba, directamente relacionada con la vibrante diversidad de la cultura cubana y la violencia de la esclavitud. El grito gutural de Celia Cruz evoca esas asociaciones.

 

 

 

Celia Cruz se reinventó en cada oportunidad, siempre así nuevas generaciones de admiradores. Ella entendió el poder de la música más allá de los ritmos tradicionales cubanos de los años 1940. En 2001, se relacionó con el hip-hop, y tuvo un gran éxito con “La Negra Tiene Tumbao.” También grabó   “Yo viviré”, una versión del hit disco de Gloria Gaynor “I Will Survive”.

 

 

 

 

 

“La Reina de la Salsa” fue laureada muchas veces durante su larga carrera. Ella ganó siete premios Grammy, tuvo veinte y tres Discos de Oro, tiene su propia calle en Miami en su honor y hasta le dieron un Smithsonian Lifetime Achievement Award. Ella recibió tres doctorados honoris causa, uno de la Universidad de Yale en 1989, otro de FIU en 1992, y la Universidad de Miami en 1999. Fue invitada a la Casa Blanca por cinco presidentes.

Celia fue una persona extremadamente generosa. En 2002 se creó La Fundación Celia Cruz, dedicada a recaudar fondos para la investigación del cáncer y de otorgamiento de becas para estudiantes latinos de música.

 

Celia Cruz murió el 16 de julio de 2003, después de luchar contra el cáncer cerebral por varios meses. La noticia de su muerte apareció en las portadas de los principales periódicos y revistas, así como en las principales cadenas de televisión hispanas y americanas. Su deseo era tener dos funerales, en Miami y en Nueva York. En ambas ciudades, fue uno de los funerales más grandes cada vez, al que asistieron dignatarios, músicos, actores, políticos, y, sobre todo, su público amado. Gente de toda clase fueron a rendirle honor a “La Reina” por última vez. Más de 250.000 dolientes a través de la Torre de la Libertad en Miami y más de 150.000 a través de la capilla funeraria Frank E. Campbell en Nueva York.

Como te extrañamos, Celia. AZUCAAAAAAAR!

 

 

 

CELIA CRUZ EXHIBICION EN EL SMITHSONIAN

CELIA CRUZ FOUNDATION

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